Los suelos en el paisaje

La diversidad de suelos en un territorio se relaciona, en mayor o menor medida, con las diferentes condiciones climáticas, con la variedad de materiales litológicos, formas del terreno y procesos geomorfológicos, con las condiciones hidrológicas, y con los tipos de usos agroforestales, elementos que pueden considerarse relacionados con factores formadores de los suelos. La combinación, de una manera compleja, de tales factores a lo largo del tiempo, determina múltiples posibilidades en el desarrollo de los procesos edafogenéticos.

El sector oriental de Asturias constituye un territorio en el que los factores formadores de los suelos se presentan con una extraordinaria diversidad y complejidad, determinando, consecuentemente, una gran variabilidad en los suelos.

La relación entre los suelos y los factores formadores, facilita el reconocimiento de los suelos en el paisaje y su consiguiente interpretación desde el punto de vista de su distribución espacial, lo que permite, en último término, su representación cartográfica.

Los patrones de distribución espacial de los suelos se fundamentan, en último término, en la existencia de distintos rasgos, visibles en el paisaje tanto de forma directa como a través de fotografías aéreas, que pueden asociarse a la presencia de determinados tipos de suelos: litología aflorante, formas del terreno, rocosidad, tipos de vegetación natural, tipos de usos agroforestales, entre otros. Su combinación da lugar a lo que podría denominarse "paisajes edáficos", de los que el territorio del sector oriental del Principado de Asturias es especialmente rico.

Algunos de los paisajes más representativos, comentados de acuerdo con los niveles de grupo y subgrupo del sistema Soil Taxonomy, se muestran a continuación a lo largo de la siguiente galería de imágenes, dando una idea, así, de cuál es el ambiente característico en el que se presentan los distintos tipos de suelos

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